Documental dirigido por Alejandro Legaspi
(Coloquio “Lo Cholo en el Perú: Modernidad, Poscolonialismo y Ciudadanía”)
Organizado por: La Biblioteca Nacional del Perú (BNP) y el grupo Chaski.
Estos apuntes son producto del coloquio posterior a la proyección del documental “Sueños Lejanos” (52 minutos), que se realizó el día 11 de setiembre de 2007 en el auditorio central de la Biblioteca Nacional del Perú. La historia viene ha ser la continuación del relato de la vida (20 años después) de “el Negro” y “el Gringo” (ahora adultos), personajes principales del cortometraje “Encuentro de Hombrecitos” que en el año 1987 produjo el grupo Chaski.
Preside:
René Weber, productor ejecutivo del grupo Chaski.
Panelistas:
Alejandro Legaspi, director de la película.
Edwar Centeno “El Negro”, protagonista.
Isaac León, crítico de cine.
Nelson Manrique, sociólogo.
ALEJANDRO LEGASPI, director y camarógrafo de la película.
Nació en Uruguay.
Reside en Lima desde los años 70.
Ha participado en cintas en Nicaragua, Uruguay y Perú.
Participó en las películas peruanas “Gregorio” , “Juliana” y en el cortometraje “Encuentro de Hombrecitos” (de 16 milímetros) que recibió el premio Cuculí del Arzobispado peruano.
Actualmente ejerce labores académicas en el Instituto Charles Chaplin y en la Pontificia Universidad Católica del Perú.
(Coloquio “Lo Cholo en el Perú: Modernidad, Poscolonialismo y Ciudadanía”)
Organizado por: La Biblioteca Nacional del Perú (BNP) y el grupo Chaski.
Estos apuntes son producto del coloquio posterior a la proyección del documental “Sueños Lejanos” (52 minutos), que se realizó el día 11 de setiembre de 2007 en el auditorio central de la Biblioteca Nacional del Perú. La historia viene ha ser la continuación del relato de la vida (20 años después) de “el Negro” y “el Gringo” (ahora adultos), personajes principales del cortometraje “Encuentro de Hombrecitos” que en el año 1987 produjo el grupo Chaski.
Preside:
René Weber, productor ejecutivo del grupo Chaski.
Panelistas:
Alejandro Legaspi, director de la película.
Edwar Centeno “El Negro”, protagonista.
Isaac León, crítico de cine.
Nelson Manrique, sociólogo.
ALEJANDRO LEGASPI, director y camarógrafo de la película.
Nació en Uruguay.
Reside en Lima desde los años 70.
Ha participado en cintas en Nicaragua, Uruguay y Perú.
Participó en las películas peruanas “Gregorio” , “Juliana” y en el cortometraje “Encuentro de Hombrecitos” (de 16 milímetros) que recibió el premio Cuculí del Arzobispado peruano.
Actualmente ejerce labores académicas en el Instituto Charles Chaplin y en la Pontificia Universidad Católica del Perú.
"Esta es una película que tiene 20 años. En 1987 comienzo con el cortometraje “Encuentro de Hombrecitos” en donde intento hacer un documental breve (con poca plata y material) sobre niños trabajadores. Conseguir a los niños para este proyecto no fue fácil: al comienzo, el contacto para llegar hacia ellos, el cura de El Agustino, Mauricio Oliver quien ve por estos chicos, no deseaba que nos acercáramos, pues los protegía. Al comienzo era un cura antipático, seco, inaccesible; pero finalmente, presentó a Roberto y Edwar, “el Gringo” y “el Negro”, de 10 y 11 años de edad. Conversar con ellos sobre su vida, sus trabajos, sus sueños, conocerlos fue un aprendizaje importante.
Un recuerdo que tiene que ver con el tema que nos reúne: ¿qué pensaban ellos del Perú? La respuesta: “un país pobre - decían – donde vivimos, trabajamos, estudiamos. Nuestros amigos y demás son todos pobres ”lo decían sin pena; como simple realidad. Luego, cuando les dije a los chicos: “pero no todos son pobres en el Perú; hay gente que vive en casas elegantes”; entonces, el Gringo respondió: ¡ah ya, pero esos son extranjeros!...eso se me quedó dando vueltas en la cabeza.
Hace unos meses, me acordé de esto porque vi en San Isidro unos paneles que mostraban unos cholitos y el slogan decía: “ellos también son peruanos”; entonces, habría que ser democráticos y poner carteles con la misma leyenda pero con fotos de blancos. Ese es el tema: tenemos un país dividido. La película trata sobre una de las partes de este país.
Cuando hicimos la investigación para “Sueños Lejanos”, lo primero que averiguamos es que “el Negro “ y “el Gringo” habían seguido rumbos diferentes: “El gringo” no se había movido de allí y tenía una mototaxi con la que trabajaba; en tanto que “el Negro” recorría el Perú vendiendo sangre de grado y quería irse nuevamente del Perú (la primera vez había migrado a Argentina). Eso nos gustó porque eran 2 personas que tenían nociones diferentes sobre el Perú y el amor. Así es este documental, un contrapunto de muchas cosas. En lo que coincidían era en que, para ellos, Fujimori era un dictador y ambos veían con mala cara la política; y que cuando creen, creen poco".
EDWAR CENTENO, “El Negro”, protagonista.
Nació en Lima.
De niño trabajó en el Mercado de frutas.
Finalizó la secundaria y estudio algunos ciclos de Laboratorio en el Instituto Carrión.
De adulto, migró a Argentina en donde ejerció el oficio del pulido de parquet.
Ha participado en algunos trabajos del grupo Chaski: “Juliana”, “Encuentro de Hombrecitos” y ahora en “Sueños Lejanos”.
“Mi barrio ha cambiado en algunas cosas, pero sigue siendo mi barrio. Cuando era niño, el cura Mauricio me dijo que querían trabajar conmigo. Al mercado de frutas se acerca a conversar Legaspi que me dice: queremos trabajar contigo algunos días, ¿cuánto vas a cobrar?...entonces, hablaron con mi hermana mayor y bueno, lo hicimos. Eso me sirvió en cuanto a tratar con otro tipo de personas y se hizo “Encuentro de Hombrecitos” que tuvo un premio; eso me sirvió también para que me invitaran a “Juliana”. Ambos me sirvieron mucho, la gente de mi barrio me reconocía; mis vecinos decían: él trabajó en Juliana. Estoy contento de haber trabajado con ellos y les agradezco y también agradezco a mi viejo que me dio siempre muchas enseñanzas...”.
ISAAC LEÓN, Crítico de cine.
Historiador y Sociólogo.
Ha sido director y programador de la Filmoteca de Lima.
Autor del libro “Los Ojos bien abiertos”.
Es jurado en distintos concursos de cine.
Actualmente, ejerce como profesor de Análisis cinematográfico en la Universidad de Lima.
"Quiero destacar el reingreso del grupo Chaski a la actividadd fílmica en el Perú. El empalpe no es solo una forma de establecer un vínculo o reencuentro entre personajes, sino también del mismo grupo Chaski. Esto podría ser una vuelta al pasado para andar hacia el futuro. Quiero decir que el que se confronte a las mismas personas en momentos diferentes, nos da cuenta “que poco ha cambiado el país”. Testimonio de que esta realidad que para los citadinos parece ajena, sigue siendo vigente y con características parecidas en donde la necesidad y el ingenio para sobrevivir siguen siendo el imperativo categórico.
Quiero hacer notar que el tono de denuncia da cuenta a través de los personajes de un lado, vital, afirmativo, que está por encima de las circunstancias desfavorables (hay esa cuota del personaje de Edwar y que denota sus condiciones actorales innatas; y del otro lado, el personaje de Roberto, con perfil bajo, con horizonte más limitado y rutinario.
Este documental es un reportaje de viaje. El personaje que cuenta, el director, narrador de las historias, es legítimo y es valioso porque es su visión que transmite su modo de ver el universo que está recreando.
También es acertado la inclusión de segmentos del primer trabajo (Encuentro de Hombrecitos) sin que compitan con la película hecha ahora (Sueños Lejanos). Retoma el corto pero de manera parcial, estableciendo una referencia que deja que el reportaje tenga su libertad.
NELSON MANRIQUE, Sociólogo e Historiador.
Nació en Huancayo.
Es profesor universitario y periodista.
"Creo que la capacidad de una obra de arte es materializar aquello que no podemos expresar verbalizando.
La comparación es central: 1987, 2 niños trabajadores, frente al Perú del 2007 que ha cambiado. El documental se mueve en estos dos registros de continuidades.
1987 es un período de quiebre de expectativa que trae una extrema polarización en donde toda la derecha logre alinearse en un frente. Pero también, 1987 es el momento de el quiebre de la expectativa o la ilusión que pudo generar Alan García en 1985, cuando llegó al poder y anunció un cambio con un futuro diferente. La promesa de sanción contra los violadores de derechos humanos en la guerra contra Sendero Luminoso naufragó en contra de 1986 con la masacre de los penales, aunque en el 97 se vivía la prosperidad de la hiperinflación. Es evidente que hayan muchas cosas en cambio.
El otro elemento que me parece fundamental, es que el año 86 o sea, 1 año antes de este primer documental (Encuentro de Hombrecitos), se publica un libro que va a ser fundamental para cristalizar un nuevo sentido común que es “El Otro sendero” de Hernando de Soto. He traído una cita de este libro que me parece importante hacer un contrapunto entre lo que plantea el libro y lo que muestra el documental sobre estos 20 años:
“Es importante abandonar – dice De Soto – de una vez por todas, los prejuicios de todo tipo que menosprecian a los informales y hacen creer que debido a cuestiones raciales o culturales, son un pueblo distinto y no está en capacidad de aprovechar las libertades de los sistemas de los países en economía de mercado. Dentro de la frontera del Perú existe más de un país; hay un país mercantilista al que hasta el día de doy se le trata de reanimar con distintas fórmulas y técnicas políticas, pero ya tiene todos los síntomas del cuerpo que no da más. Hoy también hay un segundo país de quienes se angustian buscando salida, pero que se pierde entre los objetivos de destrucción de la violencia terrorista y las exhortaciones carentes de soluciones prácticas de muchos progresistas; y finalmente, existe un tercer país que constituye lo que nosotros llamamos el otro sendero; el país que trabaja duro, es innovador y competitivo y cuya provincia más resaltante es por supuesto la informalidad. Este último país es la alternativa directa a cualquier subversiva criminal o que sustituye la energía desperdiciada en el resentimiento y la destrucción, o la energía bien invertida en el progreso económico y social. Los informarles nos lo prueban todos los días; están siempre dispuestos al diálogo, a la prudencia y a la adaptación social. Las personas motivadas por sus ansias de progreso y superación están siempre muy bien dotadas para vivir en un estado de derecho. El verdadero remedio contra la violencia y la pobreza parece reconocer la propiedad y el trabajo a quienes la informalidad hoy excluye; de tal manera que donde existía rebelión, nace también el sentido de pertenencia y responsabilidad. Así, donde ya surgió el gusto por la independencia y la fe en las cosas propias, cree en el esfuerzo y la libertad”.
Bueno, yo diría que Sueños Lejanos es una especie de epopeya de la informalidad. Los dos personajes, Roberto y Edward, “el Gringo” y “el Negro”, creo que son arquetípicos de estos 20 años de país informal marcado por un cambio de sensibilidad muy profundo. Las figuras que se acuñan_ está por lado “El Otro sendero”; del otro lado están las imágenes de “El Desborde popular” e José Matos M. y “El Protagonismo popular” de Rolando Ames. El sentido común, informe trabajo del grupo Chaski, creo que es común a la intelectualidad de la época y apuesta a una creciente y continua densificación del sentido social: redes sociales, organizaciones, gremios (creciente organización). Frente a ese derrotero de las vidas paralelas que constituyen las biografías de “el Negro” y “el Gringo”, muestran lo que es el Perú de fines del 80 y comienzos del siglo XX, marcado por un fuerte espíritu individualista, y creo que son expresivos de un amplio sector social que muestra una enorme capacidad de trabajo, iniciativa, honradez, consecuencia, pero que esta muy lejos de las promesas de Hernando De Soto de lo que es lo que constituye un capitalismo, que en cada informal había un capitalista que había constituido un país, que entra a constituir un capitalismo que permita convertir al Perú en un país viable. Lógicamente, lo que tenemos con los informales es una circulación mercantil simple. Capitalismo supone tener recursos suficientes para que las ganancias permitan un margen de reinversión continua que permita que cada ciclo productivo sea sobre una base creciente. La circulación mercantil siempre permite que el capital limitado que uno tiene , permita ir reforzándonos y sobrevivir, y creo que en “el Gringo” y eso es muy claro: compró una mototaxi y encima le robaron la moto y está endeudado soñando de que cuando logre pagar las deudas las cosas van a estar bien, pero no hay ninguna expectativa de salir de esta situación. Y en el caso de Edward, la alternativa es mucho más clara: “ya di todo lo que podía dar a este país; acá no tengo alternativa” y por lo tanto, la alternativa es migrar”. Es una alternativa de él tanto como la del 10% del país (es bueno recordarlo). Entonces, esta imagen de un país en que el único problema era que no habían entradas legales para que los informales pudieran formalizarse, creo que en este documental tiene el más profundo de los sentidos, ero al mismo tiempo, el desencanto con la política creo que tiene que ver también con el hecho que las otras alternativas, las otras imágenes del Perú han naufragado".
Apuntes: Silvia Patricia Rodríguez SiuLima, 11 de setiembre de 2007